A la hora de comprar o vender, cualquier persona lo puede hacer. Es bien conocido que todos tenemos lo que necesitamos, que hacer espacio para otro accesorio, instrumento, herramienta, implemento; no es cosa fácil. Hoy en día es necesario algo más que una vitrina para ofrecer productos o servicios y para eso tenemos el Marketing Emocional.
Cuando adquirimos unos zapatos, imponemos gustos y preferencias. Por muy insistente que se convierta la vendedora, el cliente es quien elige, obviamente, sus razones personales predominan, un cúmulo de emociones salen a relucir.
Pensamos que esos zapatos harían juego con el pantalón nuevo y la franela de rayas; o que para un día lluvioso seria súper agradable poder estar combinada con una cartera. No es tan solo llegar al consumidor con un eslogan, una frase o una imagen bonita.
De eso se trata, de colocarle emoción, sentimiento o expresión a la marca. Y de eso es de lo que vamos a hablar: de Marketing Emocional; que no es más que una relación afectiva entre la marca y el consumidor.
El Marketing Emocional es una herramienta del Marketing Convencional o Digital que consiste en enamorar a los usuarios y los clientes a través de sus gustos, preferencias o sentimientos.
Unas de esas herramientas utilizadas es el Lovemarketing, el cual permite a expertos en la materia, a trabajar en estas emociones. Y a través de él, las marcas han podido sensibilizar sus valores y lograr el acercamiento de persona a persona.
El Lovemarketing ha logrado, también, mediante un trabajo de storytelling; generar historias de valor y sentimientos y llega a conectar emocionalmente con los consumidores.
Es por ello; que el Marketing Emocional logra, mediante estrategias, concientizar al cliente y conectar con el corazón —el lado más humano de las emociones en los usuarios.
Como lo explicaría en una frase de Elia Guardiola: «El marketing emocional son historias reales llevadas a la pantalla de un spot que logra que nos sintamos identificados con ellas».
Es algo que no se ve pero se transmite, y el cliente lo percibe, es por ello que se genera la compra como resultado de una emoción: si es positiva, el cliente lo compra; de lo contrario, no se genera la acción. Esta es la base del Marketing Emocional, el cual fue inventado hace más de 15 años por Marc Gobe, gurú del marketing a nivel mundial.
Tabla de Contenidos
Conociendo los deseos de tu público
Luego de un estudio previo generado por el Marketing aplicado al producto o servicio, conocemos cuál es la necesidad de nuestro público, pero ya no es tan solo saber cuál es su debilidad, sino también, verlo como una oportunidad, para que el consumidor se conecte con el movimiento intangible de la marca.
Un ejemplo que podemos notar es el caso de Coca-Cola; que aparte de vender bebidas genera un sentimiento de felicidad en los consumidores al forjarle sensaciones de bienestar tras compartir entre familia y amigos de un momento grato o agradable a través de la compra de su producto.
Tips para aplicar Marketing Emocional
Te presentamos algunos tips, con los cuales lograrás ese acercamiento con tu cliente sin mayor esfuerzo:
Conoce tu segmento
Es muy importante conocer a tus consumidores demográfica, psicográfica y conductualmente. Conoce su edad, raza y sexo, cuáles son sus, intereses, gustos y preferencias y sus actitudes de compra.
Elige un sentimiento o emoción
No es difícil llegar a él, genera abrazos, risas o compañía. El propósito es causar un deseo que se convierta en tu motor de búsqueda para lograr ese feeling con la marca.
Aplicar el valor en la estrategia
Ya conociendo las dos primeras, no será complicado llevarlo a la práctica. Una campaña exitosa es el objetivo, pero cómo lograrlo es una tarea prácticamente diaria. De esta manera vas creciendo en el mundo del marketing. Agregar valor a la marca es una buena estrategia de marketing que permite captar mayor cantidad de clientes potenciales.
Comprobar la teoría antes expuesta
Ya hemos estudiado a nuestros clientes, hemos clasificado valores y sentimientos y elegido nuestra estrategia de lovemarketing (como generar empatía, compañerismo, compenetración, etc.) y lo hemos difundido en una extraordinaria campaña de comunicación. Ahora debemos saber si este plan de mercadeo ha servido de algo. De nada serviría todo este esfuerzo si el cliente no ha captado el mensaje; o si el cliente no asocia tu marca con esa emoción.
Pregunta, estudia y mide. Si ha surtido efecto dicha campaña quiere decir que has conseguido fidelizar a tus clientes a través del vínculo emocional.
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